Friday, August 01, 2008

"Anestesia y pasión siempre serán la moda"





Hoy día mi odontóloga me tuvo que hacer cirugía junto a otro doctor. Era un lugar en el cuarto piso de una torre de facultad de odontología de la Universidad de Chile. Pero sin embargo parecía más como estar en una escena de Gattaca donde me tenían que injertar algo o que se yo. Esto, porque el pabellón erá el último del pasillo y tenía a un costado un ventanal digno de Nip/Tuck Hollywood, con vista a los techos de Recoleta eso sí, algo no tan lujoso ni pomposo, pero se sentía así de todas maneras. El doctor oficial tenía demora de 10 minutos en llegar y yo me movía al ritmo de la música de un minicomponente que estaba enchufado en medio de los 4 pabellones. Así les llegaba las ondas de una radio muy buena a todas las piezas.

Llegó mi doctor. La luz me pegaba fuerte en la cara y la señora asistente me pregunta si alguna vez me han puesto povidona yodada en alguna herida alguna vez. Yo le entendí si en ese momento llevaba una herida curada con povidona iodada en alguna parte. Respondí que no . Después me dijo que si era alérgico a la povidona iodada, yo le dije que no. Ella me dice que cómo se esto si nunca me han puesto povidona iodada?

Entre otras cosas el doctor decía cosas como "Después no pasa nada si ...una chela... un pisco sour...una piscola", "Estoy como fome...no estoy tallero hoy día, no se por qué" "Dígale al otro alumno que lo anestesie no más", "Puta las cagué...me puede pasar más sutura por favor!". Mientras tanto yo me dejaba manosear la jeta si total estaba anestesiado a más no poder. Resultó todo bien.

Pero siempre hay algo que uno recuerda más...quería hacer de esta mini cirugía algo memorable...

Mientras me pulían el hueso de la encía con un motor que suena bastante como lo puede estar pensando en este momento usted, en la radio tocaban Copacabana de Barry Manilow!

La asistente murmuraba un inglés champurreado, el doctor musitaba también. Yo movía mis zapatillas envueltas en los zapatos de género que ponen acostado en la cama. Lo más rescatabale de toda mi sesión quirúrgica es que todo el mundo conoce la canción Copacabana.