10 hateable things
10 . que la gente tutee a alguien sin haberlo conocido personalmente primero y obviemnte sin al debida autorizacion. Ya bkn que el viejo o vieja le guste pero siempre pedir permiso antes!!
09. acercarse a un grupo y saludar a todos de a uno ... obviamente la gente se enoja o te mira raro despues si no la saludaste cuando te acercaste al grupo. Esta regla se evita si son 3 personas no mas a las que hay que saludar ...y si son todas mujeres da lo mismo .
08. el romero como condimento
07. que me molesten en medio de un programa de tv entrete para mi. Mi unica desconexion del mundo y que reconecten automaticamente con un telefonazo o un grito que diga "enriquee!" es para decir altiro "puta la huea" en murmuros.
06. que justo esté conversando con la mina que me gusta y venga Ccom a huevear con que hay que sacar las parrillas llenas de grasa de hamburguesa.
05. que cuando hablo nadie escuche porque están gritando. No voy a unirme a su mal educado juego de gritar para que me escuchen.
04. que me quiten el cigarro de la mano y lo fumen. Es la wevada mas cerda e incorrecta del mundo. PODRIA APAGAR EL CIGARRO EN EL OJO DEL QUE LO HIZO.
03.no poder comer bien porque no hay comida buena cerca del lugar donde me de hambre.
02. Ir al baño y despues de hacer número 2 darme cuenta que no hay papel.
y UNO LA MAS GRANDE DE TODAS LAS COSAS QUE PUEDEN PERTURBAR Y ENFRASCAR EN ODIO LA RELACION CON LA PERSONA ....
01...Quienes dicen todos los alimentos con diminutivos!! no lo voy a esscribir pero nombren cualquier comida y ponganle un "ito" o "ita" al final ......RODRIGO BARAÑAO PUDRETE TU PUTA BOCA.
Posted by Enrique at 4:11 PM 11 comments
Walk the Line (Dir. James Mangold)
"Hello, I'm Johnny Cash" fue lo primero que dijo al intentar atraer el vitorío del público, pero no bastó para ellos hasta que minutos después escucharon su contagioso ritmo y su profunda voz. Así podría ser contado en pocas palabras la primera presentación de Cash ante un gran público en Walk the Line. Joaquin Phoenix interpreta tanto aural como visualmente a Cash, Reese Whiterspoon hace lo mismo para interpretar a la dócil mujer que acompaña a Cash, June Carter. Son estos dos actores un gran complemento y un gran ejemplo de tesón y humildad que los lleva a niveles extraordinarios de similitud con la realidad. No me quedo sin máximos halagos para ellos, porque es realmente LA caracterización de un film biográfico que sobresale en contenido y respeto.
Entramos de lleno en una prisión donde tres músicos tocan un tempo rítmico que pareciera esperar a alguien. Este es el escenario de partida en la prision de Folsom, lugar de obligatoria referencia a las canciones de Cash (obviamente partiendo con "Folsom Prisom Blues"), que en su repertorio parecía ser el clímax de cada show en una época posterior a la mostrada en el film. A través de un literal y significante flashback, que nos toma fácilmente a una Arkansas típica de los años 40, vemos la infancia de Cash junto a su familia campesina. Su madre es una mujer de tesón y espíritu más que acostumbrada a la actitud violenta de su esposo y padre de Johnny, Ray Cash (el sorprendente Robert Patrick), quien obviamente tiene problemas asumiendo que su hijo menor no es tan "bueno" como su hijo mayor Tommy lo cual es la razón freudiana de la rebeldía de Cash posteriormente. Algo lacónicamente tratado en otras biopics de personajes como Elvis (hecha para la tv), Ray, Nixon, Selena, etc. En Walk... lo que propone James Mangold desde el principio es la causalidad de la actitud de Cash frente a la vida, en forma simple, fácil de entender y que no deja cabo alguno para sus reacciones. Cash no será loco porque sí. Mangold se ayuda para este efecto con la verdad contada por el mismo Cash en dos de sus autobiografías, Man in Black y Cash:An Autobiography.Sin embargo cuenta con el típico proceso narrativo de ordenación episódica de highlights en la vida de una estrella del show-business. El arco se dispone así: Infancia aproblemada, el romance equívoco, el shot a la fama, el éxito, el romance verdadero, las drogas, la caída (casi literal), el arrepentimiento, las secuelas y Cash saliendo a la superficie finalmente, hasta un abrupto final que merece respeto. Pareciera ser la fórmula adecuada y aunque en verdad lo sea, creo que no deja de ser opacada por las caracterizaciones de los personajes.
Cash tiene la fortuna de cantar de una manera especial, es un rock and roll atrevido y violento en sus letras, pero no sacrifica la calidad de sus shows por esto, y tampoco su propia imagen.. No es como Jerry Lee Lewis, el cantante que acompaña a Cash en los tours citadinos junto a Elvis, June Carter y Roy Orbison en un principio. Lewis o cualquiera de estos podrían ser adaptados a esta misma película (con Lewis ya se hizo: Dennis Quaid y Wynona Rider en la exagerada Great Balls of Fire! de 1989) pero es la personalidad de Cash, que es idéntica encima del escenario como afuera, la que separa a esta película de todo lo anterior.
Reese Whiterspoon es excelente en su performance. June Carter era una mujer ambigua en cuanto a su show. No cantaba muy bien según ella y por eso se dedicaba a tirar comedia a su público. Cash la conocía desde mucho antes, cuando la escuchaba por la radio cuando era niño ya que era una niña estilo Shirley Temple perteneciente a la familia Carter. Su delicadeza con Cash en los momentos de crisis es lo que queda en la cabeza. Hay una escena en la que Cash se redime en la droga a espaldas de June, esta lo ve mientras habla con su hija por teléfono y ella lo ve en pleno acto. Al descubrirlo sabe que va a tener que lidiar con eso, y más aún sabe que será ella la que tendrá que arreglar, más que su problema, su vida. Las lecturas de de esta relación en cuanto a su desarrollo en el ámbito musical, en el ámbito social conservador y en el ámbito de una historia llevada por los traumas freudianos del protagonista lleva a poner al personaje de Cash a un estado de fragilidad y sensibilidad que es imperante en la performance de Phoenix. Phoenix y Whiterspoon realmente desaparecen. Sólo tenemos la fórmula deliberada del diálogo chispeante y la tormentosa obnubilación de Cash por Carter (principalmente) y viceversa.
Se dice de Walk que es "Ray pero con gente blanca". Puede ser en su tratamiento de fórmula indicado más arriba en este texto. Pero sin embargo lo que no podemos negar es que son películas demasiado diferentes en la categoría en la que ponen a sus virtuosos musicales. Cash y Carter viven en una época que les entrega todo arriba del escenario. "The Johnny Cash Show" es el suspension disbelief que nos ubica en el hall del concierto que estamos presenciando y que incluso nos hace sentir que debemos pedir otro vaso de whiskey o gin mientras contemplamos el repertorio y desplante de ambos en escena. Los tratamientos de cámara en cuanto a ubicación y movimiento vuelan con el ritmo de las canciones, y su edición en tales momentos es insuperable. Hay excepcionalmente tres momentos de conciertos que representan (además del arco narrativo de la historia) los tres momentos más importantes on-stage de Cash. El espectador tratará de safarse de la última canción que han presentado para poder seguir con la historia, pero el tarareo por lo menos continuará hasta el final. Por esto el valor de atracción en esta película es implacable, ya sea en gratos momentos como en ámbitos dramáticos del desarrollo de personajes y su clímax de atracción no es cuando la pareja nos está cantando a nosotros sino cuando están cantándose el uno al otro.
La inclusión de temas grabados fue un no rotundo para Phoenix, él es el que canta y toca los instrumentos. Igual que Whiterspoon, desafía lo contemporáneo ayudado en su backgrond de chica de Tennessee, donde ella nació y se crío, e incluso toca el arpa de mano que sostiene en algunas escenas. Si queremos llamar a Stanislwaski para decirle quien ha tratado mejor su "método", por favor hablemos horas y horas sobre Whiterspoon y Phoenix con él. Estaría orgulloso.
El vestuario procede con sumo cuidado la cuidada trasngresión del rock and roll de la época. Los sets de bares, hoteles y escenarios nos llevan automáticamente a ese Estados Unidos ardiente por la liberación underground que trae la fama musical. Los productos de época vistos en Walk... sirven de perfecto apoyo para la imaginación de un estigma que tenemos nosotros en la actualidad con lo que fue lo cotidiano de los años 50's. Hago esta observación para apuntar esencialmente a que la lectura que le pueda dar el público joven a esta película pueda ser el que más quiera captar su director James Mangold a través de la esencia que entrega el film. Tal vez las audiencias que vivieron en esa época se puedan permitir la libre crítica sobre el feeling de Walk... pero no nos predisponen a mantener la constante verificación de verosimilitud en su materialidad. Este definitivamente es un film para público joven. Como el espíritu de Cash.
Posted by Enrique at 5:28 PM 3 comments